Candidata a doctora en Neurociencias realizó pasantía en uno de los centros de investigación más importante de Estados Unidos

Se trata de Valeria Silva, quien llevó a cabo una estadía en el prestigioso Instituto Nacional de Salud (NIH) del país del norte.

Una pasantía de seis meses desarrolló la tesista del Programa de Doctorado en Ciencias Mención Neurociencias de la Universidad de Valparaíso, Valeria Silva Moeller, en el Instituto Nacional de Salud Mental (National Institute of Mental Health), uno de los 27 centros de investigación, que forman parte del Instituto Nacional de Salud (NIH por sus iniciales en inglés) de Estados Unidos.

La estadía, que realizó este año, le permitió avanzar en su investigación de tesis sobre un particular neuropéptido (una pequeña hormona), que influye en el comportamiento animal.

Tal como lo explicó la neurobióloga, los neuropéptidos controlan conductas innatas y son capaces de intervenir comportamientos animales complejos.

La candidata a doctora utiliza como modelo de estudio una pequeña mosca (Drosophila), insecto también conocido popularmente como la “mosca del vinagre”, por su hábito de frecuentar la fruta madura o podrida.

“Yo estudio cómo los neuropéptidos controlan conductas innatas, en la mosca del vinagre. Es decir, de qué manera estas señales pequeñitas, producidas en el cerebro, son capaces de controlar comportamientos animales”.

Durante su estadía en el Instituto Nacional de Salud Mental estadounidense, la tesista tuvo la oportunidad de compartir con el doctor Benjamín White, una eminencia en genética de moscas. El doctor White es miembro de la Sociedad de Neurociencias y también de la Sociedad de Genética de América. (Society for Neuroscience y Genetics Society of America, respectivamente). Además, se ha desempeñado en el Consejo Asesor Científico del Bloomington Drosophila Stock Center (BDSC, por su sigla en inglés).

“Esta experiencia me permitió avanzar enormemente en mi tesis, ya que ellos tienen muchos recursos, equipos de primer nivel y gente que te apoya en todo. Teníamos reuniones y seminarios todas las semanas y había mucha gente trabajando en proyectos similares, por lo tanto las discusiones científicas eran súper enriquecedoras”, afirmó.

Valeria Silva destacó que la mosca del vinagre es el mejor modelo en genética para trabajar. “Aparte de tener el genoma totalmente secuenciado, hay muchas herramientas génicas que te permiten estudiar un gen, una proteína o un receptor, en particular, con mucha precisión. Además, es un modelo muy fácil y barato de trabajar, ideal para hacerlo en Chile. Eventualmente me gustaría abrir mi laboratorio con este modelo, que es ciencia alcanzable para nuestro presupuesto”, aseguró.

En relación a su investigación Valeria Silva detalló que “trabajo con un neuropéptido que es la Hormona de la Eclosión (EH) y lo que yo intento dilucidar es cómo esta hormona, que trabaja en el cerebro, es capaz de controlar u ordenar todo un comportamiento del animal, un comportamiento motor llamado ecdisis, que permite ejecutar la muda del animal. Como cuando una mariposa emerge de su capullo”, señaló.

La estudiante de doctorado complementó diciendo que “me interesa estudiar esta hormona en particular, porque nos permite entender cómo es controlado fisiológicamente este comportamiento tan conservado en los insectos, pero también el hecho de entender cómo las hormonas o los neuropéptidos funcionan, nos permite tener más ideas sobre cómo podrían actuar en nosotros, que somos bastante más grandes y complejos. Al utilizar organismos pequeños es más más sencillo, son menos grupos neuronales los que debes estudiar y eso se puede extrapolar, eventualmente, a cómo los neuropéptidos funcionan en humanos”, expresó.

En la misma línea explicó que “el rol que tienen las hormonas en las personas es mantener la homeostasis, es decir que el cuerpo sea capaz de funcionar correctamente. Por ejemplo la hormona Oxitocina, que también se le llama la hormona del amor, está directamente relacionada con la conductas motoras en el parto y la lactancia, como también con los patrones sexuales, pero además está asociada cuando la gente va al casino a jugar. Así, una misma señal, un neuropéptido pequeñito, una hormona, tiene roles a nivel sistémico muy importantes, pero muy diversos y complejos de estudiar”.

Para Valeria Silva tener experiencias formativas fuera de nuestras fronteras son fundamentales para poder armar su carrera profesional. “Es muy enriquecedor cuando llegas al nivel de hacer contactos, generar redes, ver cómo la ciencia funciona en otros países y así poder traernos ideas novedosas a Chile. Es fundamental que nosotros nos formemos afuera, ya sea en una pasantía, una investigación o trabajo postdoctoral, en cualquier instancia. El programa de doctorado no solamente me ayudó, esta vez, para ir a la pasantía, el año 2019 también fui a Cold Spring Harbor a un curso de especialización, que es una instancia que como estudiantes nos sirven muchísimo, al igual que participar en congresos, y el doctorado tiene herramientas financieras para apoyarnos”.

Finalmente, destacó que el Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso (CINV), es muy reconocido internacionalmente. “El CINV tiene investigación de alto impacto, junto a científicas y científicos de muy alto nivel. Yo llegué a este doctorado porque los profesores son muy reconocidos, incluso fuera de nuestras fronteras. Además, hacen ciencia de muy buena calidad. Las clases son personalizadas, ya que somos menos de diez estudiantes por generación. Y lo mejor es que te dan la libertad de trabajar con cualquiera de los profesores del programa, incluso más de uno a la vez, y así poder desarrollarte en el área que más te guste. La UV y en particular el doctorado en Neurociencia tiene un nivel académico bastante superior al promedio de las universidades en Chile y la exigencia no se queda atrás”, advirtió.

Valeria Silva estudió Biotecnología, luego hizo un magíster en la misma área y actualmente cursa el último año de su Doctorado en Neurociencias de la UV. Investigación que lleva a cabo en el Laboratorio de Genética y Desarrollo, que dirige el doctor John Ewer.

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